Dani's Misadventures (III)

"A tomar por Ponido, ¡yo no os tengo que dar explicaciones!" - Dani

Es el fin de una gran era. A pesar de eso, todavía perdurará la esencia contenida durante años y, quizá, el espíritu siga morando por estas tierras dejadas de la mano de Dios. Azotando cruelmente nuestros recuerdos e intentando buscar cabida en un pedazo de nuestro corazón. Ea, toa la cursilada en verso. Quisiera pensar que esto más que una despedida es un hasta luego. Como dijo alguien por ahí cuyo nombre ignoro: "Cuando una puerta se cierra, otra se abre". Posiblemente una frase que ahora mismo tiene copious amounts of win en este caso.

Terrible, lo sé. Primero porque posiblemente un amigo de hace generaciones nos haya dado la espalda no solo a mi, si no a todos los compatriotas que una vez luchamos por nuestra libertad (?) y que ha pesar de muchas de nuestras diferencias siempre nos estrechábamos la mano y conseguíamos solucionar cualquier batallita. Por muy tonta que fuese. Por muy seria que aparentase ser. Segundo... porque uno ya anda cansado de todo este rollo pre-menstrual. En serio.

Vamos a obviar por un momento que Dani es Dani, que ha hecho/dicho cosas realmente estúpidas o que hemos tenido encontronazos la mar de absurdos en alguna que otra ocasión. Pero esta vez no se trata de adversidades o piques inocuos. Esta vez se trata de nuestra amistad, de la amistad que tenemos todos juntos los que nos conocemos, la cual ahora pende de un hilo más que nunca. Yo soy el primero en lanzar al aire una simple pregunta: ¿Por qué?. Después de todas las cosas tan hermosas (*rosaui) que nos hemos dicho, el trato de "hermanos" que nos hemos dado y la de vivencias que hemos tenido a lo largo de los años y es justamente ahora cuando nos pegas a todos una patada. A todos y sin excepción.

No quiero ser el que tira la piedra y esconde la mano, pero vamos a sincerarnos. Y para sincerarnos, tengo que decir la verdad. Y para decir la verdad, la culpa aquí la tienes tu. Porque por el amor de Dios, el único que ha descuidado a la gente, al grupo, has sido tu. Y yo ya ando un poco cansado de ser el perrito faldero de nadie para recibir NADA a cambio. Bueno, sí, la completa ignorancia por tu parte. Y debo agradecértelo. Porque ese acto, ese hecho ha abierto mis ojos y he decidido que no más. Además, ¿para qué coño debería dar explicaciones? Lo mismo nos dijiste tu, así que lo que uno siembra, es lo que recoge. Es así de sencillo. Y no, no lo hago como a un estilo de venganza o algo parecido. Para nada soy vengativo. Simplemente uno tiene que dejar de ser "tonto" algún día y tomar por si mismo las riendas de la situación.

Los detalles dejaban bien claro por donde iban los tiros:
- Que si no tengo saldo.
- Que si no tengo para una conexión.
- Que si me compro un portatilazo.
- Que si me pego viajes.
- Que si me ?????????.

Pero resulta que:
- Sí tiene saldo. (para lo que le da la gana)
- Sí tiene conexión. (para lo que le da la gana)
- Sí tiene pasta. (para lo que le da la gana)

Y en resumen, nos evitas como la peste poniendo excusas baratas porque claro, NO NOS TIENES QUE DAR EXPLICACIONES. La conclusión es clara como el agua bendita. Tu lo has querido así, pues que así sea. Nadie te ha obligado a que dieras explicaciones, pero tampoco nadie te había obligado a que abandonaras como a perros a tus amigos de hace un porrón de años. Y por esa regla de 3, encima has traicionado toda nuestra confianza y te has puesto en evidencia solito. Milagro que las ironías sean ironías, porque resulta que te quejabas de nosotros por ser unos malos amigos y has terminado siendo lo que predicabas. Mal asunto.

Mentiras, traiciones, engaños y apuñaladas traperas, para después subirnos a un camión y abandonarnos en un caminito al monte donde Jesucristo perdió las sandalias. Lo peor de todo es esa poca auto-estima que se tiene uno. Luchabas por hacernos ver que eras el Dani de siempre y que no estabas cambiado, para al final terminar demostrando y apoyando nuestras acertadas "acusaciones". Encima fui un estúpido, porque delante de mi fuiste capaz de decirme que nuestra atención era taaan secundaria que valía más una piedra y no fui capaz o no tuve el valor de decir nada. No sé, supongo que estaría escéptico o algo. Incrédulo ante la situación o simplemente no era capaz de tragarlo.

Por el amor de Cheng, no sé ni por qué me tengo que preocupar tanto. Podría simplificar las cosas y pasar de todo como el resto del mundo. Solo que tengo ese mal estar, esa espinilla, ese nosequé y queseyó que me pica toda la curiosidad. Y no, no me quita el sueño por las noches, pero es algo en lo que tengo que pensar.

Y es que, joder, la idea de tener que perder una amistad que ha perdurado casi una década es algo horrible. Pero supongo que lo tendré que asumir, aparcar mis ansias de preocupación y leerme el Penthouse o algo.

Au revoir, Daniel. Hasta que nos volvamos a peinar. Digooo... ver, sí, eso.